Bueno aunque suena extraño les contaré como paso.
Todo comienza cuando soy contratado para desarrollar un proyecto para el Diseño y la Implementación de un Modelo de Prestación de Servicios para Bibliotecas Étnicas, en este caso trabajaríamos con una biblioteca de comunidades afro-descendientes. Buenaventura el destino.
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Tras el primer contacto con la bibliotecaria de la Biblioteca Municipal transcurrieron al rededor de 15 días para lograr concertar la primera reunión y visita a esta U.I. mientras me encuentro que la Biblioteca "rural" del Consejo comunitario Palenque el Congal estaba a tan solo algunas cuadras de distancia de la Biblioteca Municipal. Ahí es donde se me empezó a desenfocar la cosa. Si, así es la biblioteca rural esta ubicada a cinco minutos del centro de Buenaventura en uno de los barrios, más bien lejos de la zona rural.
Bueno en este momento es en el que la bibliografía previa que leí en torno a la biblioteca rural y servicios dejó de ser "útil". Sin embargo, esta U.I. debería seguir siendo tratada como rural -que paradójico cierto- y estos son los retos.
1. las comunidades objetivo de esta U.I. estaban a una hora (por tierra) la más cercana, trece horas (en lancha) la más grande y otras varias en el recorrido por este río.
2. tras identificar las comunidades encontramos que el riesgo de naufragio, volcaduras y hundimientos son rutina en los desplazamientos por los ríos ya que en distintas oportunidades hay que salir a mar abierto para los desplazamientos en las lanchas de la comunidad. (lanchas artesanales)
3. los costos de los desplazamientos son absolutamente exorbitantes.
4. la colección es muy limitada.
Resulta que para la Biblioteca Nacional era desconocido que esta colección estaba, en la vida real, tan alejada de su publico objetivo y el proyecto no podía desviarse de la creación del Modelo de Prestación de Servicios. Así que tras analizar el asunto y estudiar otros casos comprendimos que no es tan lejano a la realidad de muchas de las bibliotecas rurales en Colombia, de ahí que nacieron esas propuestas tan mencionadas y premiadas (y luego olvidadas) como el Biblioburro en el norte de la geografía nacional o la Bibliolancha al occidente.
Es la mera necesidad la que ha generado estas iniciativas y no sé si es o no lamentable que estas ideas no se le hayan ocurrido a uno de tantos profesionales de las bibliotecas, esos que se esconden tras un cartón para no llegar a estas periferias donde en realidad se necesitan los conocimientos que quienes estudiaron el tema de las bibliotecas.
Entre las distintas respuestas a los retos se logró el diseño y puesta en marcha de un Servicios de Información Afro-local en torno a toda la información de los pueblos negros y sus raíces, así como la propuesta de Biblioteca al río y lecturas negras como modelo de prestación de servicios para bibliotecas rurales. Un modelo que ronda entre un ejercicio de biblioteca itinerante, préstamo remoto de material bibliográfico y la promoción de la lecto-escritura para distintos tipos de población, niños, adultos y ancianos.
Gracias al apoyo y a la construcción colectiva con todas las personas del Consejo Comunitario del Palenque el Congal se logró poner en marcha esta propuesta. Ahora para la continuidad es necesario de la voluntad política pero al ver como funcionan estos Consejos Comunitarios y los Resguardos indígenas no dudo que entre ellos si existe esa cosa que llamamos voluntad política.
En el menú de galerías pueden ver algunas de la tantas fotografías que tome en este tiempo. El como estaba la biblioteca del Congal antes y como quedó después.
Del tema de la Biblioteca Municipal de Buenaventura, de ese tema les contare en otra ocasión.
