domingo, 27 de enero de 2013

La biblioteca y las comunidades especiales.

La biblioteca es un "libro abierto" a las comunidades especiales, claro, en el deber ser porque aveces la realidad esta bien alejada de la idea.

Foto: Cortesía Grupo AmArte
En esta ocasión quiero contarles una experiencia que me indigna. Por un lado la tonta política pública de Medellín (si es que la hay) en torno a los Parques Bibliotecas con las cuales ofrece a las comunidades, entre otros, solucionar la problemática de falta de espacios físicos para el desarrollo, eso si, de mentiras porque al ver la realidad (ejemplo Parque Biblioteca José Horacio Betancur en el corregimiento de San Antonio de Prado) uno se da cuenta que para nada el Parque Biblioteca brinda espacios permanentes para organizaciones y agrupaciones. Los espacios son mera espontaneidad, espacios esporádicos para eventos y actividades, una amplia programación  institucional, pero que a la larga las necesidades de las comunidades de tener espacios para reunirse continuamente quedan a un lado.

En palabras del "ilustrísimo" alcalde de esta ciudad "...para que vamos a invertir más dinero en la adecuación de la que hasta ahora ha sido la Casa de la Cultura del corregimiento (y que se está cayendo) si ya invertimos más de 24 mil millones en la construcción del Parque Biblioteca y que aun le faltan al menos 4 mil millones más...". Pues si, después de 24 mil millones aun las organizaciones y grupos artísticos que no tienen sede propia seguirán sin un lugar para reunirse.

Pero bueno, no me he salido del tema, sucede que uno de esos grupos que necesitaban un espacio medianamente continuo, es decir, de dos horas a la semana, es el grupo AmArte. AmArte es una Organización que desde hace un año ha venido desarrollando un espacio pedagógico con personas con capacidades diversas cognitivamente, los que muchos llaman personas especiales. Pues que resulta de desde la inauguración del parque a este grupo le ofrecieron el espacio para que trabajara pero al parecer con el tiempo ya no sonó tanto la idea y comenzaron a no ser tan interesantes para este parque y la discriminación se sintió. Les negaron el uso hasta de los baños, ya que varios de los niños no pueden hacer sus necesidades sin la guía de un adulto (padres o madres o en defecto un tutor) y de esta manera al no poder los padres acompañar los niños ya los niños no pueden usar los baños y así más o menos y con otros asuntos los fueron corriendo hacia afuera, los echaron pero sin decirles.

Pero, ¿a qué va todo esto? 
Al criticar este tema más de uno, con el grito en el cielo, me dijo que no podíamos generalizar. Pero, ¿acaso este no es parte de un sistema? así que si  en este lugar no logran la sensibilidad eso me dice que en el sistema no tienen claro como abordar esta temática.  

La verdad es que aunque la arquitectura de las obras que viene desarrollando la ciudad (excepto la estación del metro de Sabaneta) están teniendo en cuenta la discapacidad uno se queda con la duda en el factor humano. ¿Están los y las funcionarios capacitados, o al menos sensibilizado para la atención de personas con capacidades diversas? situaciones como estas me dejan grandes dudas al respecto. 

quiero dejar abierta la discusión en torno a dos temas: 
1. ¿Suplen realmente los "Parques Biblioteca" los espacios que en el discurso las comunidades necesitan para el desarrollo?

2. ¿Está el personal de estas unidades en capacidad de comprender la atención que necesita la comunidad con capacidades diversas? ¿es sensibilidad individual o el sistema lo tiene en cuenta?

(artículo en desarrollo)



1 comentario:

  1. Muy buena critica, la verdad no vivo en Medellin pero eso me suena a algo parecido a los "elefantes blancos" tan acostumbrados en nuestro pais

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